A menudo, las dietas realizadas para alcanzar un peso saludable, combatir enfermedades o prevenir futuras molestias se centran en el cambio de hábitos alimenticios y dejan de lado el papel de la actividad física. Hacer ejercicio de forma regular fortalece el corazón, los pulmones, las articulaciones, los huesos y los músculos, mejora el sistema cardiovascular, el respiratorio y el inmunológico, regula los niveles de triglicéridos, colesterol y glucosa en sangre y activa el metabolismo.
Además, el deporte tiene efectos muy beneficiosos en la salud mental y emocional, ya que disminuye el estrés, reduce la ansiedad y la irritabilidad, aumenta el flujo de oxígeno al cerebro y libera endorfinas, que son conocidas como las hormonas de la felicidad. Una dieta de adelgazamiento es más eficaz si se combina con un plan de ejercicio físico adecuado a la ingesta calórica.
En Actio, junto con la Clínica Blanco, te ofrecemos la opción de combinar el plan alimenticio con un plan de entrenamiento personalizado de forma que se adapte a tus necesidades.
Comer de una forma equilibrada no es sólo cuestión de imagen sino que está íntimamente relacionado con la salud y el bienestar: consumir la cantidad adecuada de nutrientes fortalece las defensas y el sistema inmunológico, mejora el estado de ánimo y el rendimiento físico y mental, previene enfermedades cardiovasculares, alivia males como la gastritis, el dolor de cabeza o el estreñimiento y es fundamental para tratar enfermedades como la diabetes, el sobrepeso o la hipertensión, entre otras.
En este sentido la dieta mediterránea es una fuente inagotable de beneficios. Se basa en la ingesta de alimentos naturales como frutas, verduras, legumbres, pescado, cantidades moderadas de carne, huevos y lácteos y, por supuesto, el aceite de oliva como fuente saludable de grasa. Sus efectos están ampliamente demostrados y han sido avalados por la Organización Mundial de la Salud.
Por este motivo, los planes de alimentación que propone nuestra dietista nutricionista se diseñan a partir de alimentos que aporten los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo en la cantidad adecuada.
La principal finalidad de la comida es proporcionar energía para vivir, pero también satisface otras necesidades: se come por placer o buscando una sensación de seguridad, por estrés, porque se está deprimido o angustiado, para relajarse en momentos de ansiedad o tensión o como simple distracción ante el aburrimiento.
Con frecuencia el sobrepeso es debido a causas fundamentalmente psicológicas, por lo que tras realizar una dieta temporal se vuelve a recuperar rápidamente el peso perdido, ya que la causa real del desorden no ha sido tratada. Conocer las razones que llevan a una ingesta desequilibrada de comida es esencial para poder corregir los malos hábitos alimenticios.
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